YA TE HE DEJADO, Y AHORA, ¿CÓMO TE OLVIDO?
Olvidar un amor imposible, tóxico, o no correspondido, a voluntad, es un acto totalmente irracional, pero sí podemos luchar contra la negatividad de esos pensamientos. Intentar olvidar a voluntad un amor como si jamás hubiera existido es imposible, pero puedes cambiar las consecuencias negativas de algunos recuerdos y que, poco a poco, la fuerza de ese pensamiento quede aminorado.
Realizar un duelo es necesario para ir aceptando la pérdida de manera saludable, independientemente de quién ha dejado la relación. El duelo es una forma natural, ante una ruptura de pareja, en que nos invade una resignación como ayuda para desprendernos de toda esperanza y aceptar hechos.
Te sugiero algunas propuestas que te pueden ayudar a que la fuerza del recuerdo vaya disminuyendo:
- Aléjate de todo lo que te recuerde a tu ex-pareja: evita visitar los lugares comunes, no te pegues a música, olores, regalos. No sirve de nada la nostalgia, el recuerdo y sufrir con todo ello. Empieza de cero!
- Recuerdo lo bueno pero también lo malo: a la mente le gusta la añoranza, es una forma de auto-compadecernos, pero tienes que equilibrar el balance positivo con el negativo. No endulces lo desagradable, no lo sigas disculpando ¿te ha sido infiel? ¿no tenía detalles contigo? ¿no tenías de qué hablar? Rescátalo de tu memoria!
- Si tienes hijos, acércate a ellos: no estoy diciendo que te pegues a ellos hasta asfixiarlos de cariño sino que te vuelques en ese amor genuino que te alegra y te hace el día a día más llevadero. Redescubre a tus hijos!
Aplica la técnica del STOP: cada vez que llegue un pensamiento, imagen o recuerdo de tu solo ex-pareja necesitamos desorganizar el pensamiento; una fórmula, que no es mágica, pero ayuda, es dar una palmada y decir en voz alta STOP. Es una manera de frenar al “pepito grillo” de nuestro cerebro y de que nos dé un pequeño respiro.
0 comentarios